La ausencia de vuelos ha entorpecido una época que, en condiciones normales, es fructífera.  FOTO: Alba Mariné
La ausencia de vuelos ha entorpecido una época que, en condiciones normales, es fructífera. FOTO: Alba Mariné

La escasez de clientes locales y turistas obliga al colectivo a seguir circulando solo con la mitad de sus trabajadores

Cristina Valls

La agrupación Taxis de Reus está sufriendo los estragos de la crisis en una época en la que, en condiciones normales, es de lo más fructífera. Y es que con el verano, con la llegada de turistas, se solía movilizar la totalidad de los conductores de taxi de la ciudad. 

«Lo que hacemos ahora es sobrevivir. No hay trabajo. Después de levantarse el estado de alarma, pensábamos que el asunto se reactivaría de algún modo, pero hace un par de semanas que, como mucho, hacemos de seis o siete viajes por taxi durante el día y eso con suerte, cuando lo habitual era una veintena diaria por conductor», describe la situación el presidente de la agrupación Taxis de Reus, David Martínez. 

Para gestionar la situación y, como ya publicó el Diari a principios de junio, los taxis trabajan al 50%, una medida que se pone en marcha en invierno, pero de la que han tenido que valerse para  hacer frente a la situación actual. Y el asunto sigue igual. «Somos 49 miembros en la agrupación y los que no están trabajando han de coger turnos obligatorios de fiesta, de forma forzosa», dice. Y es que prácticamente no hay vuelos. Ryanair, por ejemplo, volvió en julio con tres rutas menos. Los conductores responden a la situación con mucha perseverancia y «con esperanzas de que el resto del verano sea diferente», destaca Martínez. «Otro confinamiento no lo superamos», añade seguro.

Preguntado por cuánto creen que ha bajado la actividad, Martínez lo cifra entre un 60 y un 70%, al igual que la facturación. «La pandemia nos ha afectado a muchos. Estamos realmente mal los que nos dedicamos al turismo y, además, muchos países europeos aconsejan no venir aquí», expresa. 

La ‘nueva’ clientela

En la mayoría de casos, y según la experiencia de David Martínez, los trayectos más habituales con turistas extranjeros son los que se dirigen hacia la costa. «En Reus, como mucho, pueden acudir a comprar o a cenar, pero siempre suelen ir directos a Salou, La Pineda o Cambrils», comenta. El 90%, dice, se marchan hacia la playa.

Un aspecto que ha traído el Covid-19, indica Martínez, es la aparición de una «nueva» clientela, aquella que «por precaución» evita el transporte público en el que se reúnen varios usuarios. «Por lo general, son personas mayores que acuden al médico y es de forma puntual. Nosotros, aparte de tomar las medidas correspondientes (gel hidroalcohólico, mascarillas, etc.) y recordar las pautas de seguridad, no dejamos que nadie se siente en el asiento del copiloto y, entre clientes y conductor, hay colocada siempre una mampara. Además, tras cada servicio desinfectamos el vehículo como es debido», expone. 

La plaza de la Llibertat, donde hay otro punto de recogida de clientes. FOTO: Alba Mariné

Clientela fija

Cabe decir que los taxistas también tienen clientes locales que solicitan el servicio de taxis de forma reiterada. «Tenemos servicios de clientela fija. Simplemente han de marcar el 977 34 50 50, que centraliza todas la llamadas y se busca al taxista más cercano al cliente. Los hay habituales que toman la ruta hacia su lugar de trabajo. Lo que hacemos en este caso es ajustar nuestras tarifas a su situación», señala. 
Sobre el futuro de la agrupación, Martínez expresa que «hasta que no haya una vacuna, no acabará de instalarse cierta confianza por parte del usuario», tiene que haber «un tratamiento efectivo para que todo vuelva a ser como antes», distingue. «La responsabilidad es crucial, todos tenemos familia y cualquier medida preventiva es poca», manifiesta. Desde su llegada al cargo, en 2017 aproximadamente, Martínez ha querido modernizar la agrupación y rejuvenecerla abriéndose a las nuevas tecnologías. 

Las esperas

La escasez de turistas locales ha variado también los horarios y la dedicación de los conductores que, la mayor parte del tiempo, se lo pasan esperando. El servicio de taxis, de carácter municipal, está activo las 24 horas con paradas en diferentes puntos de la capital del Baix Camp. /Diari de Tarragona

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